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Pongo yo la reseña a petición de mi tía abuela, quien lleva allí un par de años.nEl trato del personal siempre ha sido bueno, las instalaciones siempre limpias, esto es algo que a ella le importa mucho, aunque no hace falta que lo diga, yo cuando voy a visitarla lo noto.nNunca una mala palabra, una mala contestación, y eso se agradece, saber que un familiar está en buenas manos.nA veces solo destacamos lo negativo, pero cuando las cosas se hacen es importante destacarlo.

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Pienselo dos veces antes de meter a su familiar ahí. Comida nefasta, profesionalidad nula. Mi padre no estuvo ni un mes, 2 veces en urgencias, parte de la noche vomitando, allí no aparece nadie hasta por la mañana, su medicación tres días sin tomar, y el colmo uno de los días que fui a verle y no estaba en su habitación, primero me dicen que está en rehabilitación, allí no estaba, bajo a información y una señorita sin mirar ni un papel me dice que está en el psicólogo cuando estaba en el médico. Ya ven en todo momento saben dónde están sus residentesnEsto en menos de un mes. Eso si pagas por adelantado y un pastizal con fianza de 900 euros

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Muy contenta con los servicios. Los trabajadores son atentos y amables y las instalaciones de la residencia son amplias y muy completas.

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Personalemnte, yo no llevaría allí a ningún anciano porque mi madre duró 22 días ya que los empleados, no insistían ni la la ayudaban a tomarse la medicación necesaria. Por otra parte, a la hora de acostara, los empleados no la ponían la ropa de dormir correspondiañente y la metían a la cama con la propia ropa que llevaba durante el día.nLa residencia muy bonita, pero la atención pésima.

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“No me levantes la mano que yo también la se levantar”. “Ponte ahiii!”. (Comentarios escuchados) Otro día la de recepcion cortándose las uñas en la misma recepcion. Causalmente a mi padre le tuvieron dos meses sin cortarse las uñas. He ido muchas veces en diferentes horarios y en la mayoría de las ocasiones una señora “aparcada” en su silla de ruedas en el pasillo del ascensor. La encargada de la tarde en el jardín comentando aspectos de la residencia mientras se fuma un pitillo sentada de piernas cruzadas. Mi padre ha estado sin que le cambien la ropa durante semanas. Repito semanas.nLleno de berretes y en ocasiones incluso orinado. De los 3 meses que ha estado mi padre, me han llamado para darme información 1 vez. La víspera que nos íbamos. Todo esto es real y lo defiendo ante quien quiera. Me costo que mi padre aceptara a ir a una residencia y después de 3 meses, no esta mejor en ningún aspecto y ademas no quiere ir a otra ni loco. Amen de los 6000 euros gastados. No lo puedo recomendar.