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Mi madre estuvo varios años viviendo con su segunda familia en esta residencia nuestra casa, la adaptación como era de esperar no fue fácil pero tuvimos un apoyo incondicional por parte de Jessica la trabajadora social, los auxiliares y auxiliares tienen una paciencia infinita y terminan teniéndolos muchísimo cariño a los residentes, porque así nos lo han demostrado sobre todo en los últimos días donde mi madre ha estado muy atendida y querida por todos ellos. El equipo Médico en general y en especial Luisa, fueron muy accesibles y pendientes de ellos, hemos trabajado en conjunto mirando por el bien común de mi madre. Estamos muy muy agradecidos a todo el equipo que trabaja en esta residencia que hace honor al nombre de la misma.

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La atención del personal por las tardes es de pena, la atención. Para los residentes, mi madre estuvo allí, la atención si estas más o menos bien, perfecta, ahora, en cuanto tiene algún residente, algún problema, ya no es igual, muy, muy, muy apenado, ya por desgracia para nosotros, no se puede remediar nada, pero a la dirección del centro, les pido más control por las tardes, los cigarritos, el colegeo, que parecen los trabajadores, que están en un bar, la médico Dominicana, es para darla de comer aparte, no quiero decir nada más grave por no calentarme, yo que los familiares, me lo pensaría.

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Muy buenas palabras, te lo venden muy bien pero todo está vacío. No hacia ninguna de las actividades q nos dijeron que haría porque no había, ademas apenas cuidadores. Pasaban el día sentados en sillas en una sala enorme sin hacer nada. Daba pena verlo. Además con personas muy deterioradas física e incluso algunas mentalmente, q no pAlavan de llorar. Un lugar muy muy triste.

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Lugar bien cuidado y muy limpio. Los residentes cuentan con habitación individual y baño completo. Hay un comedor grande, donde les dan el deayuno, la comida, la merienda y la cena de forma conjunta. También cuentan con un gimnasio y fisioterapeutas mañana y tarde para ayudar a los residentes a hacer su gimnasia. Tienen un aula grande donde pueden hacer sus manualidades y otros trabajos. También hay zonas bien habilitadas para pasear alrededor de la residencia y con unas magnificas vistas.También hay una cafetería y varias zonas de estar, para cuando el tiempo no invita a salir al exterior. Los residentes tienen muchas actividades, están muy bien atendidos y el personal es muy atento y amable. Por supuesto, tienen un médico las 24 horas al día, los 365 dias del año, enfermeras en todas las plantas, psicólogo y trabajadora social. El sitio dispone de amplias plazas de aparcamiento en su interior y si este estuvira completo, en el exterior se puede aparcar sin problema. En definitiva, un buen lugar donde poder hacer que nuestros mayores reciban toda la atención y los cuidados que en casa nos es imposible facilitarles.

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Es una residencia completamente deficiente. Mi abuelo entro este año en febrero y ha estado 4 meses. La experiencia con esta residencia ha sido completamente negativa, no se la recomendaría a nadie y sobre todo a personas que tengan una dependencia muy alta como era el caso de mi abuelo. Para empezar, ingresó en una habitación compartida, solo una de las camas tenía timbre para poder avisar al control, si mi abuelo necesitaba algo no podía avisar ( su compañero era ciego, por lo que ninguno de los dos podía). También tuvimos problemas con el aseo, no utilizaron ni cepillos de dientes, ni enjuague, ni su propio peine ( le peinaban a todos con el mismo peine, esto lo estuvimos hablando con la gobernanta). Al quejarnos, le cambiaron a una individual, aunque todavia la estructura y la instalación no está arreglada para solucionar el problema de la falta de timbres en las habitaciones compartidas. Después de 15 dias, nos comentaron que le había salido una escara en una pierna ( culpa de ellos, entro genial y le salió porque no le hacían cambios posturales por la noche, ya que, mi abuela, si se los hacía en casa porque él estaba inmovilizado y NUNCA le salió nada). Después de esto no sé cómo curarían las heridas, que llegó a formarse una úlcera de grado IV y otra nueva de grado III que además se infectó. Hace tres semanas fuimos a visitarle y el se encontraba fatal, y mi madre fue quien exigió trasladarlo al hospital porque le veíamos fatal y la doctora que estaba, lo primero que nos preguntó fue que para qué queríamos llevarle allí, increíble ( por cierto nunca nos informaron de la evolución de las heridas por lo que pensábamos que iba poco a poco mejor). Al final, ingresó muy malo, la tensión bajísima, deshidratado ( no se ocupan de hidratar correctamente a los residentes, nos encontrabamos su botella de agua vacía completamente), con fiebre, y con una infección que se le estaba extendiendo hacia arriba, vamos una vergüenza. El médico nos dijo que se salvó por poco, ya que, si la úlcera hubiese llegado al hueso, no se podría haber hecho nada por el, úlcera que NO evitaron ellos. Totalmente unos incompetentes, de la única que no tengo queja y se salva es de la trabajadora social y pongo una estrella porque no puedo dejarlo vacío.