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Soy Laura, hija d Felisa, residente d amavir Humanes durante 12 años, hasta q ha fallecido hace unas semanas con 107 años.nQuitando la época d confinamiento, donde todo era un caos y difícil para todos.nSolo tengo palabras d agradecimiento, tanto para la dirección como para todo el personal, ( médicos, auxiliares, recepcionistas etc etc).nLa trataban y cuidaban con mucho cariño y la han hecho sentirse como en casa.nCuando volvía d pasar unos días con nosotros o últimamente dl hospital, siempre decía, ya estoy en casa ( en mi apartamento) como ella llamaba a su habitación. A mí como hija no me gustaba mucho cuando decía mi casa , pero después d dejarme pasar los últimos días con ella, he entendido a mi madre, porque yo también me he sentido como en casa.nMuchas gracias a todos.nnSoSolo

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La residencia bastante biennHacen muchas actividades para los mayores se agradece mucho.nLa cafetería ha pegado un bajón importante desde que se fue Carlos. Es bastante más cara y no tienen ni un detalle. Te pides lo que sea y ya seamos dos o cinco, te ponen un platito de café con gusanitos. Muy triste al final interesa llevarte lo tuyo antes era muy agradable tomarse algo allí o estar en la terraza esas cosas las tendrían que mirar porque para muchos es el único ratito que estamos con los abuelos

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Es un residencia donde cuidan con mucho cariño de los residentes.nDesde el personal de recepción pasando por las auxiliares,las jefas de las auxiliares las enfermeras,los fisios,las trabajadoras sociales, psicologas todo el mundo se ha volcado con el cuidado de mi madre facilitandonos mucho el periodo de adaptación de mi madre al centro.nLa directora es encantadora y estuve en contacto con nosotros para ir comentandonos los primeros días los avances de mi madre en el centro.nMi madre está encantada con las actividades en el centro y con la comida.

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Lo hemos visitado para informarnos para mi hermana que tiene síndrome de Down y Alzheimer y nos ha encantado el lugar se ve a los mayores en un entorno muy agradable y el trato parece muy bueno.

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Hace bien poco falleció mi padre allí la verdad que el año y medio que estuvo allí tuvimos la oportunidad de ver el calor humano y profesionalidad de sus trabajadores y su dirección hasta el punto que mi padre lo llamaba su casa cada vez que teníamos que ir al hospital nos decía vámonos ya. A mi casa ojalá todas las residencias fueran como esta .Un fuerte recuerdo para todos los que trataron a mi padre Ramón