Casa Sagrados Corazones De Hermanas Franciscan
Sevilla
- 4.3
- 32 RESEÑAS
- RANKING 11
- en Sevilla
- RANKING 39
- en la provincia de Sevilla
- 954 25 09 19
SOBRE ESTA RESIDENCIA
Si estás buscando un lugar tranquilo y acogedor en San José De Palmete, Sevilla, Casa Sagrados Corazones De Hermanas Franciscan es la opción perfecta para ti. Ubicado en la Calle Afán, 0 S N, este encantador negocio ha recibido una excelente valoración de 4.5 sobre 5, basada en las opiniones de 32 clientes satisfechos.
La atmósfera de Casa Sagrados Corazones De Hermanas Franciscan es cálida y acogedora, ideal para aquellos que buscan un lugar tranquilo para descansar y relajarse. Las hermanas franciscanas que dirigen este negocio se esfuerzan por ofrecer un servicio excepcional a todos sus huéspedes, asegurándose de que su estancia sea inolvidable.
Las habitaciones son cómodas y están decoradas con un estilo clásico y elegante. Cada detalle ha sido cuidadosamente pensado para garantizar la comodidad de los huéspedes. Además, el personal es amable y siempre está dispuesto a ayudar en lo que sea necesario.
Además de su excelente servicio, Casa Sagrados Corazones De Hermanas Franciscan también ofrece una ubicación conveniente. Situado en San José De Palmete, los huéspedes pueden disfrutar de la tranquilidad del entorno, al mismo tiempo que tienen fácil acceso a las atracciones turísticas de Sevilla.
En resumen, si estás planeando un viaje a San José De Palmete, Sevilla, te recomendamos encarecidamente que consideres hospedarte en Casa Sagrados Corazones De Hermanas Franciscan. No te arrepentirás de experimentar la hospitalidad y el encanto de este lugar único.
Para obtener más información y realizar una reserva, te invitamos a visitar su página web aquí. ¡No te pierdas la oportunidad de disfrutar de una estancia inolvidable en Casa Sagrados Corazones De Hermanas Franciscan!
RESEÑAS DESTACADAS
Autor: Usuario de Google
Votación: 1/5
Es posible que para mayores con autonomía sea una residencia fantástica, pero nada recomendable para mayores dependientes, con poca autonomía, se limitan a tenerlos sentados en sillas de rueda todo el día, agarrados con arnés y profundamente sedados, se niegan a sentarlos en sillones poniendo excusas, siendo el verdadero motivo la falta de personal para atender de forma adecuada a estos residentes que necesitan una mayor atención. La trabajadora social es una persona poco empática, una vez que se produce el ingreso intenta evitarte de forma clara para no escuchar lo problemas que nos vamos encontrando. Afortunadamente hemos conseguido cambiar a mi padre de residencia y el cambio ha sido brutal en todos los sentidos, no hago mención de la nueva residencia en la que está para que esta reseña no se interprete mal, simplemente quería dejar constancia de la mala experiencia vivida en un corto periodo de tiempo, y de alguna manera intentar evitar que siga ocurriendo.
Autor: Usuario de Google
Votación: 5/5
Mi madre a estado en esta residencia ,y solo puedo decir que están muy bien atendido ,con nuestra madre y nosotros se an portado de maravilla facilitando todo lo necesario, para sobrellevar la enfermedad de mi madre !!! agradecer a todas las trabajadoras y las hermanas pero en especial ,a Sol Lidia y Sol Mónica por su profesionidad y por su humanidad y a la auxiliar Julia que es una muchacha maravillosa , y a Charo ,sólo tengo buenas palabras para todas ellas muchísimas gracias.
Autor: Usuario de Google
Votación: 4/5
Mi suegra a estado en esta casa hasta q se fue, el 11 de abril de este año. A estado super cuidad y feliz y el personal es muy humano y cariñosas, yo solo tengo q agradecer por todo el trato y cariño q tienen con los ancianos. MIL GRACIAS Y Q DIOS OS BENDIGA A TODAS.
Autor: Usuario de Google
Votación: 5/5
Un lugar muy bien llevado por monjas franciscanas. Horarios para actividades. Orden y limpieza. Los residentes son atendidos de acuerdo a sus necesidades.
Autor: Usuario de Google
Votación: 4/5
Tanto las monjas que lo dirigen como las personas que trabajan en él son amables y tratan con respeto a l@s residentes. El edificio siempre está limpio y no hay ese olor característico de los asilos. El menú es variado. Hay amplias terrazas y un jardín alrededor. Una línea de bus para justo en la puerta. Sí existe un pero es que los precios no están al alcance de todos.